lunes, 20 de junio de 2011

museo de las narrativas paralelas: en el marco de la internacional

Fotografía realizada durante la performance Rhythm 0 de Marina Abramović.


El Museu d’Art Contemporani de Barcelona acoge desde el pasado 14 de mayo la exposición Museo de las narrativas paralelas: En el marco de La Internacional, una selección de obras provenientes de la Moderna galerija de Liubliana, el museo de arte moderno eslovaco cuya colección se centra en las producciones artísticas de vanguardia de Europa del Este desde la posguerra hasta nuestros días.

Historiadores del Arte, filósofos y pensadores, entre muchos otros, han dicho en muchas ocasiones que el Arte es el reflejo de la sociedad. Así pues, englobamos una serie de obras más o menos parecidas bajo un mismo manto histórico, hablamos de arte griego y en este gran apartado tienen cabida desde las esculturas arcaicas hasta las helenísticas. Algo así sucede en la exposición de la colección Arteast 2000+, donde hablamos de producciones artísticas de un lugar determinado, Europa del Este; en un momento determinado, la segunda mitad del siglo XX; aunque estas sean de lo más diferentes. Esta problemática: la supremacía del contexto por encima del resultado final, la obra, hace que algunas obras con una gran carga política y una artisticidad un tanto cuestionable se exhiban al lado de otras que, aún teniendo en cuenta el momento que se vivía, la obra resultante no tenía una relación directa con el régimen político. Sin embargo, este tipo de agrupaciones nos hace ver la diversidad en la producción artística de un mismo lugar y que, en realidad, las obras no siguen el camino historiográfico y estilos que intentan imponer los historiadores sino que conviven en un mismo momento obras antitéticas.

En la exposición podemos apreciar diferentes aspectos característicos de las artes de finales del siglo XX. En un primer lugar, podemos ver como hay una crisis pictórica y escultórica; la exposición no se basa en este tipo de obras sino que da paso a nuevas formas de creación artística. Videoarte, objetos almacenados, arte povera, documentación de happenings y performances llenan las salas de exposición con los problemas que ello comporta. El visitante en muchos de los casos sólo es capaz de tener una idea aproximada de lo que fue la producción artística en Europa del Este a partir de 1950.


Por un lado, la emblemática obra Rhythm 0 de Marina Abramović es un claro ejemplo de esta problemática. Su performance consistía en situar 72 objetos en una mesa para que el público los usara a su antojo sobre ella. Abramović se consideraba a sí misma otro objeto más y la responsable de todos los actos que se produjeran en la galería. En el caso de la exposición del Museo de las narrativas paralelas podemos ver cómo se nos presentan 72 objetos similares a los utilizados por la artista yugoslava mientras se proyectan diapositivas que documentan la performance. La obra que se expone no es en sí misma una obra sino una reproducción y documentación sobre esta.

Por otro lado, dentro de los problemas expositivos de este tipo de creaciones también podemos hablar de la problemática del videoarte, donde la propia obra exige el tiempo y ritmo en que el visitante debe detenerse y mirar la obra. El problema incide en que este visionado no es siempre el adecuado, pues el espectador no puede escoger cuando empieza o acaba la obra, de la misma manera que el sonido en muchos casos no es individual sino que se acopla con el de otras obras.

En conclusión, Museo de las narrativas paralelas parte de la premisa que no es una exposición enciclopédica que intente explicar la diversidad artística producida en Europa del Este a finales del siglo XX y así es; aunque las obras expuestas coinciden con este período y se centran en el arte como herramienta de oposición a un régimen totalitario, las obras van más allá. A partir de esta serie de obras, algunas de ellas emblemáticas para la Historia del Arte en general y el Arte Contemporáneo en concreto, la exposición hace cuestionarse al espectador sobre el papel del arte a finales del siglo XX, las formas que éste adopta y su problemática expositiva y conservadora.

miércoles, 15 de junio de 2011

la tarde dorada


“Muchos días habíamos remado juntos por ese río tranquilo y muchos fueron los cuentos improvisados para las niñas. Sin embargo, ninguno de esos cuentos llegó a ser escrito: nacieron y murieron cada uno en su correspondiente tarde dorada hasta que llegó un día en que, por casualidad, una de mis pequeñas oyentes me pidió que le escribiese el cuento.”

Con el recuerdo de Lewis Carroll de aquel día en que engendró el boceto de Alicia en el País de las Maravillas reestreno el blog. Sin un tempo ni rumbo claro se irán cruzando fotografías, música, críticas y Arte en general a lo largo de las entradas.